¿cuándo la luz se apaga no hay vuelta atrás? 🥀
A veces, por mucho que queramos que algo salga bien o simplemente que mejore, no es suficiente que demos todo de nosotros, las circunstancias siguen en su curso y hay que saber cuando parar.
Todos tenemos un límite y nadie se merece que lo sobrepasen.
No podemos estar dando nuestro máximo sin recibir nada de vuelta, eso está claro, lo que pasa es que a veces, lo queremos intentar por si alguien sin querer, abre los ojos y lo valora o simplemente se da cuenta de como son las cosas, que no todos somos tan malos como dicen o como queremos aparentar a ratos.
Es duro sentir que nada de lo que haces sirve para lograr aquello que quieres conseguir con todas tus fuerzas. Pero es que a veces, solo nos queda asumir las cosas. Asumir que todo cambia, el tiempo nos cambia. Asumir que todas las puertas que un día cualquiera se abrieron y tan plenamente, otro día cualquiera se cierran y no hay vuelta atrás. Asumir que nada permanece para siempre, que todo se acaba, nos guste o no, nos duela o no.
Pero lo más importante de todo es quedarnos con la conciencia tranquila por intentarlo, por todo lo que hemos dado, ya que era todo lo que teníamos en nuestra mano.
Al menos puedo presumir de tener las cosas claras y sobre todo de que no me hace falta perder algo para saber valorarlo en su justa medida.
Siempre hay que tener en cuenta que igual que se cierran puertas, otras se abren cuando menos te lo esperas.
La luz se acabará encendiendo...paciencia.
Todos tenemos un límite y nadie se merece que lo sobrepasen.
No podemos estar dando nuestro máximo sin recibir nada de vuelta, eso está claro, lo que pasa es que a veces, lo queremos intentar por si alguien sin querer, abre los ojos y lo valora o simplemente se da cuenta de como son las cosas, que no todos somos tan malos como dicen o como queremos aparentar a ratos.
Es duro sentir que nada de lo que haces sirve para lograr aquello que quieres conseguir con todas tus fuerzas. Pero es que a veces, solo nos queda asumir las cosas. Asumir que todo cambia, el tiempo nos cambia. Asumir que todas las puertas que un día cualquiera se abrieron y tan plenamente, otro día cualquiera se cierran y no hay vuelta atrás. Asumir que nada permanece para siempre, que todo se acaba, nos guste o no, nos duela o no.
Pero lo más importante de todo es quedarnos con la conciencia tranquila por intentarlo, por todo lo que hemos dado, ya que era todo lo que teníamos en nuestra mano.
Al menos puedo presumir de tener las cosas claras y sobre todo de que no me hace falta perder algo para saber valorarlo en su justa medida.
Siempre hay que tener en cuenta que igual que se cierran puertas, otras se abren cuando menos te lo esperas.
La luz se acabará encendiendo...paciencia.
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