laugh and live

Como cuando te quedas mirándome mientras me das la mano, cuando te veo de lejos y te doy un beso cuando te acercas, cuando nos reímos a carcajadas, cuando vemos la tele juntos, cuando cenamos juntos, cuando dormimos juntos, cuando me das cariño y me dices que me quieres toda tu vida a tu lado.

Creo que somos pocos conscientes de que cada instante que vivimos es único, por esta razón hay que vivir al máximo, hay que disfrutar las cosas, como si no hubiera mañana, como si ese momento fuese el último.
Se nos van los momentos con las prisas y los peros.
¿Y si mañana se acaba todo? ¡no hubieras disfrutado tu vida!

Lo que solemos hacer es fijarnos únicamente en las cosas malas, y esto nos está impidiendo ver las cosas insignificantes que nos pasan, que suelen ser las más importantes, los detalles. Pueden pasarnos cien cosas buenas a lo largo del día que siempre vamos a darle más importancia a la única mala. Incluso a veces, perdemos el tiempo pensando en lo que podría pasar en un futuro o lo que podría haber pasado en un pasado. Se nos olvida pensar en el presente, no disfrutamos del ahora, del instante, estos pensamientos nos lo impiden. Este “ahora” constituye todo lo que tu vida significa, donde se encierra todo lo positivo, toda nuestra felicidad.
No dejes para mañana los besos que puedas darme hoy, no pierdas el tiempo con pensamientos negativos, del pasado o del futuro. Vive tu vida, disfrútala y haz de cada instante algo único.

No solo los momentos son únicos, también las personas. No hay nadie como nosotros, quizá alguien se nos puede asemejar un poco pero nadie nos iguala, cada uno tenemos pensamientos, ideas, opiniones y gustos diferentes y no por eso nos tenemos que juzgar. Hay que aceptar a cada uno tal y como es. Igual que te gusta que lo hagan contigo, hazlo tú con los demás. ¡No hagas lo que no te gusta que te hagan a ti!

Cada persona es única e irreemplazable, lo que una persona aporta a tu vida no puede ofrecértelo otra diferente, ya que no lo hará de la misma manera ni con la misma intención. Por ello, hay que valorar cada actuación que realice alguien hacia ti, porque pocas veces se vuelve a repetir. Cuando uno no valora a las personas, se suele arrepentir. Y lo triste de esto es que se suele dar cuenta del valor de la persona cuando se va de su vida para siempre. Yo no necesito perder algo para darme cuenta de lo que vale y espero que vosotros tampoco. 

Yo te valoro a ti y también me valoro a mí. Me tengo que aceptar y querer tal y como soy, con mis más y mis menos, con mis aciertos y fallos, con mis virtudes y defectos, con un físico u otro...Nos olvidamos de mirarnos al espejo y recordarnos que estamos ahí, de manera incondicional para nosotros. Al fin y al cabo, la única persona que vas a tener ahí siempre es a ti mismo, por eso hay que cuidarse y quererse mucho.